Contratar un entrenador personal debería ser algo que todo el mundo que realice ejercicio debería hacer al menor una vez en su vida.
Pero cuando se habla de entrenador personal mucha gente cree que es un servicio que tiene que mantener durante años pagando cada mes y que resulta CARO. Y nada más lejos de la realidad, mi opinión es que un entrenador debe servir en un periodo de tu vida acotado, luego tú has de seguir entrenando por tu cuenta. De hecho es así para la gran mayoría de población.
Además hay que ver al entrenador como una INVERSIÓN no como un gasto, puesto que si no contamos con su ayuda muchas veces tardaremos el doble e incluso nuestra salud se verá perjudicada, por no mencionar las visitas a los fisios por la mala praxis, que acaba resultando mucho más caro a la larga.
El entrenador personal ha de servir para que aprendas lo suficiente sobre tu cuerpo y sobre cómo entrenar para que llegue un día que no necesites su guía, al menos de manera continuada en el tiempo, y puedas contar con él de forma ocasional.
Además puedes convenir semanalmente cuántos días entrenar con él y por tu cuenta, aprovechando los días de entreno conjunto para resolver dudas que te surjan en tu entreno diario y para seguir avanzando en técnica e intensidad.
Vamos a ver 4 ocasiones en las que es buena idea contar con la ayuda de un profesional de la actividad física de manera puntual.
1- Para prepararse una prueba una oposición
Si tenemos pruebas deportivas a la vista, o nos queremos presentar a oposiciones o puestos donde se requiera un nivel físico evaluable, contar con la ayuda del entrenador para que nos prepare las pruebas puede marcar la diferencia entre conseguir la marca/trabajo o no.
Normalmente el tiempo del que disponemos hasta el día de la celebración es corto por lo que una planificación bien hecha y que vaya directamente a trabajar específicamente lo que se nos requiere hacer en la prueba nos ahorrará tiempo y nos aumentará la probabilidad de éxito.
2 – Para recuperarse de una lesión / dolor
Quién no ha sentido dolor alguna vez en la espalda o rodillas o se ha lesionado alguna articulación / músculo practicando ejercicio físico.
No deberíamos asumir las lesiones o el dolor como parte del ejercicio, sinó pensar que nos indica que hay algo que no hemos hecho correctamente o que nuestro cuerpo todavía no está preparado para hacer.
Tras una lesión tanto la estructura (hueso, ligamento, músculo…) como la función (sistema nervioso, control motor, propiocepción…) se ven afectados. Igual que se trata la estructura con la ayuda de fisios y osteópatas se ha de reestablecer la correcta función del movimiento con un entrenador.
Para evitar recaídas, acelerar el proceso y asegurar una correcta recuperación deberías alternar al principio el trabajado del fisioterapeuta con el del entrenador.
Una vez recuperado ya habrás aprendido qué no hacer que pueda volver a lesionarte.
3- Iniciarse en el ejercicio físico
Si queremos aprender a conducir vamos a una autoescuela que nos enseñen no? Pues nadie nace sabiendo realizar ejercicio físico de forma correcta, e igual que en el ejemplo anterior, no se aprende sólo viendo a los demás, alguien tiene que enseñarte
Para no tener una mala primera experiencia con el ejercicio físico que nos obligue a dejarlo en pocos meses (lesiones, agujetas exageradas, resultados que no son visibles…) y nos desmotiven, un entrenador puede ser tu solución durante la primera fase de adaptación al deporte.
Una vez hayas aprendido qué hacer y cómo hacerlo de forma segura, los resultados comenzaran a aparecer y te vendrá la motivación para seguir por tu cuenta.
4 – Para saber cómo entrenar y tener una planificación individual
Es posible que lleves tiempo entrenando pero los resultados no acaban de llevar o te notas estancado en tu entrenamiento. Contar con la guía del entrenador que analice qué se está haciendo mal y nos personalice el entrenamiento para avanzar y conseguir mejores resultados.
Nos podrá aportar detalles técnicos en la ejecución de movimientos, cambiar las intensidades y los volúmenes de trabajo incluso mejorar restricciones de movimiento que no nos dejan avanzar. Además podremos aprender ejercicios que no conocíamos para cambiar los estímulos de entrenamiento.
Como has visto contar con un entrenador por un tiempo y con un objetivo concreto puede ser una gran idea si quieres mejorar tu salud o rendimiento. Recuerda que el precio es relativo al beneficio que obtienes por ello.
0 comentarios