Adelgazar: 4 trucos para hacerlo este año nuevo sin perder la motivación

El propósito más solicitado de Año nuevo es adelgazar y ponerse en forma. Muchos son los que empiezan pero pocos los que lo consiguen. La motivación suele empezar por las nubes y pronto comienza a decaer. ¿Por qué sucederá siempre que lo intentas?

Ahora la ciencia nos da la respuesta fisiológica a la falta de motivación al ejercicio.

Nuestro cerebro genera dopamina (un neurotransmisor que estimula el sistema nervioso y la actividad motora) que es el responsable de la motivación y la recompensa cuando hacemos algo que nos gusta o nos satisface. También tiene un papel fundamental en la regulación del sueño, la atención y el humor entre otros.

Los resultados del estudio que se realizó con ratones (aunque los resultados son totalmente trasladable a los humanos) demuestran que si mantenemos una mala alimentación durante un periodo corto de tiempo los receptores de dopamina, situados en el cerebro, comienzan a deformarse perdiendo la capacidad de recibir la dopamina, por lo que no se activará el sistema de recompensa ni la sensación grata y de felicidad que eso conlleva.

Esto a su vez hace que nuestro cuerpo no quiera moverse y realizar actividad puesto que no le genera “felicidad” ni recompensa alguna. Por lo tanto se traducirá en un gasto calórico bajo que nos hará subir peso y ser cada vez más inactivos.

¿Cuándo aparece la desmotivación? Cuando realizamos un gran esfuerzo y no recibimos recompensa alguna por ello, debido a esta disfunción de la glándula receptora de dopamina, con lo que no nos compensa dicho esfuerzo.

Conociendo el porqué, es más fácil asumir que el cambio no será fácil.

Pero las buenas noticias son que estas glándulas pueden volverse a reprogramar y que vuelvan a recibir la dopamina y el circuito de recompensa vuelva a funcionar. Pero esto lleva tiempo y  esfuerzo.

Entonces, ¿cómo hacer para adelgazar sin que eso suponga un sacrificio insalvable?

• Adelgazar es un proceso de aprendizaje, no viene de repente

Lo primero es aceptar que no estas intentado adelgazar, lo que estás haciendo es cambiar tus hábitos de vida, y eso, lleva tiempo. Dale tiempo a que tus receptores de dopamina cambien y comiencen a funcionar como deben. Empieza realizando pequeños esfuerzos que no supongan un sacrificio muy grande porque como sabes al principio tu cerebro no te “premiará” por ello.

• Mejor poco muchas veces que mucho pocas veces

El ejercicio e fundamental, queremos movernos y gastar energía, un coche aparcado no consume. Pero si sabemos que no obtendremos recompensa cuando empezamos a hacer ejercicio no intentes hacer todo lo que no has hecho antes. Comienza haciendo ejercicio de forma gradual. El objetivo al principio no es ponerse en forma, si no cogerle el gusto a entrenar. Disfruta del ejercicio y conviértelo en algo ameno y que te distraiga de tu ruina. Cuando tu dopamina comience a llegar al cerebro y te quieras dar cuenta estarás deseando ir a entrenar, te lo prometo!

• Si no puedes evitar comer algo que no debes, ¡no lo compres!

Esto es algo muy evidente, pero nos cuenta asumirlo. Si sabes que tu perdición es el chocolate, ¡¡no lo compres!! Así no podrás comerlo. Si esto no es tan fácil (quizá alguien lo compre) al menos póntelo difícil el acceder a él.

Por ejemplo coloca en la nevera las cosa que no debas comer de forma habitual abajo del todo. Así deberás agacharte cada vez que lo quieras, o ponlo en un cajón, en un tarro cerrado con un precinto. Si te requiere un tiempo largo acceder a ello se te quiten las ganas en el intento.

• Descansa como es debido

Es el truco fundamental para adelgazar. Descansa. No duermas simplemente, descansa. Es cuando tu cuerpo se equilibrará, regulará todos los sistemas y recargará pilas para moverse al día siguiente.