La ciencia avanza y los buenos profesionales avanzan con ella. En el tratamiento y alivio del dolor en los últimos años está habiendo grandes descubrimientos que nos facilitan el tratamiento del dolor tanto en patologías crónicas como en casos de lesiones puntuales.24
¿Qué es el dolor?
Lo primero que debemos saber es qué es el dolor. El dolor es un proceso muy complicado que sucede en nuestro CEREBRO. El dolor es una señal que produce nuestro cerebro después de procesar millones de “inputs” que recibe a través de los numerosos sensores que tenemos en el cuerpo
Tenemos sensores en la piel, músculos, articulaciones, tendones… que mandan de manera constante señales sobre tensión, presión, estado químico, temperatura… con todo eso el cerebro lo recoge y evalúa si alguna de esas zonas se encuentra en “peligro”
¿Qué significa que el cerebro detecta peligro? Pues por ejemplo que hay una descompensación muscular que hace que una articulación no sea estable, un estado deteriorado del tejido, un estado ácido o mal nutrido de los tejidos…
Son muchas las causas que nos pueden generar dolor, pero lo que tenemos que tener claro que el dolor no está donde nos duele sino es la señal que el cerebro nos manda a una interpretación de la información que recoge.
Una de estas causas es la pérdida de propiocepción (la capacidad del cerebro de saber cuánta tensión necesita mandar a la musculatura para mantener una determinada posición o generar un movimiento). Si esta comunicación receptor-cerebro no funciona se detecta amenaza.
Por lo tanto, no es necesario tener un tejido dañado para sufrir dolor, de echo en los procesos de dolor crónico este mecanismo de detección de AMENAZAS por parte del cerebro algo se descalibra y el cuerpo detecta amenaza de forma constante, por lo que esa zona no deja de doler hasta que reparamos ese proceso de análisis de la información.
¿Y por qué el cerebro responde en forma de dolor ante una amenaza? Pues porque es una forma de que no muevas esa zona y así restringirte el movimiento y el estrés mecánico que pueda causar más daño, así de “sencillo”. Claro si el circuito de detección de amenaza se “estropea” el cerebro mandará dolor de forma continua, con lo que nos generará una restricción de movimiento que provocará debilidad muscular (otra causa de dolor)
Mejorando la propiocepción
Si hemos dicho que una de las principales causas de dolor es un error en la propiocepción a la hora de cómo a información llega al cerebro, entonces si mejoramos esa información mejoraremos la sensación de amenaza y el cuerpo dejará de generar dolor
Como decíamos la ciencia está investigando en algunas técnicas novedosas para mejorar esa relación dolor –cerebro
El Foam Roller
Comienza a verse cada vez más su uso en equipos deportivos y en algunos gimnasios. No sólo por sus beneficios a nivel de tejidos y de fascias por el estrés mecánico que genera la presión sino porque produce mejoras en los receptores tanto de la piel como de la musculatura puede reducir el dolor y tener un efecto “activador” de la musculatura.
Además también promueve la producción de células de colágeno con lo que hará aumentar nuestra movilidad.
La vibración local
En los músculos tenemos receptores que envían señal al cerebro. A través de la aplicación de vibración local podemos estimular estos sensores y abrir la vía de comunicación con el cerebro. Decirle que “despierte” a esa musculatura y que realice el trabajo que ha de hacer. Si l combinamos con movimiento voluntario, con trabajo isométrico todavía esa conexión se vuelve más fuerte.
El trabajo oclusivo
El trabajo oclusivo consiste en trabajar el músculo con una restricción parcial o total del flujo sanguíneo. Esto produce algunas mejoras como pueden ser
La mejora del flujo sanguíneo en los nervios periféricos
Mejora el deslizamiento de los nervios
Aumenta la señal que viaja desde los músculos hasta el cerebro (a la corteza motora)
Y además hace disminuir el sistema nervioso simpático (aquel que nos hace estar en alerta y nos genera un ritmo cardiaco alto, vasoconstricción, tensión muscular… todo lo que provoca el estrés)
Motor imagery
El cerebro guarda patrones e movimiento para cada uno de los movimientos que podemos realizar para almacenar mejor la información y acceder a ella más rápido con el fin de movernos de forma eficiente. Serían como mapas de carretera con el camino más rápido para llegar del punto a al B. Pero si nuestro cerebro empieza a asociar dolor a un movimiento acabará “registrando” ese movimiento asociado a dolor, así cada vez que lo realicemos nos mandará la señal de dolor asociada aunque los tejidos estén reparados.
Si eso sucede tenemos que restablecer esos mapas para enseñarle al cerebro que no hade provocar dolor.
Una forma e hacerlos es imaginar que estamos realizando ese movimiento sin que externamente observemos que nada se mueve. De esta manera se crean cambios en la corteza motora parecidos a cuando realizamos el movimiento, con la ventaja de que no asociamos dolor porque no hay un estrés mecánico.
Esta técnica requiere de aprendizaje y de control corporal
Electoestimulación local
A parte de los programas TENS analgésicos del dolor, utilizar la electroestimulación local combinada con trabajo voluntario de contracción puede abrir nuevas vías de comunicación musculo-cerebro que pueden ayudar a mejorar conexiones dañadas. La electroestimulación local nos permite regular por completo la intensidad y controla a que nivel de profundidad del tejido queremos ir. Es una ayuda externa para mejorar la sensibilidad de los sensores musculares. No confundir con la Electroestimulación global que es otra historia y podéis ver en este vídeo donde hablo de ello con bases científicas.
Hay más estrategias y ámbitos a tener en cuenta a la hora de tratar el dolor como la experimentación con EMT ( la Estimulación Magnética Transcraneal) pero quería mostraros que hay muchos avances y formas de abordar el dolor sólo hay que encontrar la que mejor funcione y combinarlas para sacar provecho de todas.
Si tenéis alguna duda sobre los diferentes tratamientos no dudéis en preguntarme y en lo que pueda os ayudaré encantado.
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